Desarrollo local, uso mundial

Por primera vez, Toyota Motor Europe, la empresa subsidiaria europea de la japonesa Toyota Motor Corporation, con sede en Bruselas, está desarrollando un lubricante para sus fábricas europeas. La colaboración con FUCHS como proveedor ha sido clave en este caso y ha dado lugar a un producto que ahora Toyota incluso distribuirá por todo el mundo.

En 2016, Toyota Motor Europe (TME) empezó a recuperar la línea de producción de la gama Corolla en su fábrica de R.U. Una renovación que precisaba de una nueva capa de protección anticorrosiva. La Ingeniera de Materiales de TME, Véronique Vandenberghe, y Takashida Sudo, Ingeniero de Materiales en Toyota Motor Corporation (TMC) formaron un equipo de trabajo con el objetivo de encontrar apoyo en Europa para el desarrollo de una nueva capa de protección anticorrosiva. Encontraron exactamente lo que buscaban en FUCHS. En 2018, Yu Takada se unió a su equipo como Director Técnico General. Un año después, Johan Bosmans, Especialista en Revestimientos en el Paint Department de TME, subió al barco. Juntos, no solo consiguieron su objetivo de desarrollar el recubrimiento necesario, sino que también lo hicieron todo dentro de la propia empresa con el taller de pintura de Toyota Motor UK y el socio europeo desde Mannheim.

Aunque inicialmente estaba destinada al uso en el Corolla, que se produce en Reino Unido, se ha decidido que la nueva capa anticorrosiva sea utilizada en todo el mundo en diversos modelos. De hecho, Toyota Motor Corporation en Japón ya ha emitido una aprobación global.

En busca de la compañía adecuada

Con el desarrollo del revestimiento (que se ha denominado «Anticorit CPX», donde las siglas corresponden a la versión inglesa de «protección anticorrosiva tixotrópica») el equipo liderado por Takada y Bosmans ha demostrado una calidad nueva. De hecho, la subsidiaria europea ahora no solo puede introducir materiales, sino también desarrollarlos con los proveedores locales europeos. Este es un cambio que la sede principal de I+D de Toyota Motor Corporation apoya completamente. «Estamos muy agradecidos de que la sede principal de Toyota nos haya dado esta oportunidad», comenta Yu Takada.

Un factor que hizo necesaria la nueva capa de protección anticorrosiva fue la corta área de aplicación de la planta de R.U. El desafío era encontrar un nuevo enfoque para evitar el potencial goteo de la capa después de la aplicación. Esto solo se podía solucionar adaptando el comportamiento reológico del material. La curación tenía que realizarse mucho más deprisa. Otro factor central que favorecía el desarrollo de un nuevo producto era que Anticorit CPX se utiliza para proteger cavidades, específicamente la zona de los largueros laterales, la sección que hay debajo de las puertas y que forma parte de la carrocería del coche. Para poder aplicarse aquí, el material tiene que ser compatible con la tecnología de pulverización que se utiliza. Además, debe ser adecuado para la recirculación en las tuberías sin que haya pérdidas de rendimiento, por ejemplo, durante periodos breves de cierre de la fábrica.

«Dadas estas condiciones especiales, se pidió a Véronique Vandenberghe, de Toyota Motor Europe, y Takahisa Sudo de Toyota Motor Corporation que buscasen la mejor ayuda posible», explica Takada. Finalmente encontraron lo que estaban buscando en FUCHS y la decisión de colaborar fue relativamente rápida.

Localidad global para una mayor eficiencia

El polímero ceroso Anticorit CPX ya se había utilizado en Toyota en los EE. UU. Lo aplicaban manualmente los vendedores de coches bajo solicitud de los clientes como segunda capa anticorrosiva por encima del recubrimiento superior. Por ello, el especialista en lubricantes adaptó el producto a los requisitos de la nueva línea de producción. «FUCHS en seguida entendió nuestras necesidades especiales. Su departamento de I+D está familiarizado también con todas las materias primas aprobadas y las variantes de formulación con las que puede producirse en todo el mundo este producto», destaca Johan Bosmans. «Definitivamente, fue un factor clave para asegurar una adaptación adecuada de Anticorit CPX a los requisitos locales».

Aun así, cumplir con los requisitos locales solamente era la mitad de la historia. «Cuando se trata de lubricantes, recubrimientos o pinturas, Toyota no piensa en términos de modelos de vehículo», explica Bosmans. Así, Toyota nunca esperó que Anticorit CPX fuera un recubrimiento que se utilizara para un modelo específico en una región concreta: «El recubrimiento se está utilizando en la planta de fabricación de Toyota en Gran Bretaña, pero el campo de aplicación puede ampliarse a varios modelos, tanto en Europa como en todo el mundo».

La razón es clara: eficiencia. Cuanto más uniforme es el diseño de los procesos de producción de una empresa global en todo el mundo, más bajos son los costes asociados. Esto no solamente se aplica a la gestión de la cadena de suministro, sino también a los riesgos esperables: «Imaginemos que las instalaciones principales de un proveedor tienen que cerrar por cualquier motivo y no se fabrica ese producto en ningún otro lugar. No tendríamos más alternativa que detener nuestras operaciones de producción. Sin embargo, con un proveedor como FUCHS que fabrica un producto para nosotros en diversas ubicaciones en todo el mundo, este riesgo sencillamente desaparece», explica Bosmans.

Un esfuerzo que compensa

«Para conseguir la aprobación mundial de Anticorit CPX, hemos ajustado la reología del producto existente para evitar que gotee o se desplace. Al mismo tiempo, sustituimos algunos ingredientes con otros más modernos para reducir el olor y las emisiones características del producto de nuevo desarrollo», explica Georgios Savvanis, Director de Product Management global en Corrosion Preventives & Cleaners en la sede de FUCHS en Mannheim. «No necesitábamos hacer más cambios a nuestra formulación». Sin embargo, era necesario hacer un gran número de ensayos. Al fin y al cabo, había que garantizar la compatibilidad con los muchos requisitos locales de las distintas ubicaciones de Toyota en todo el mundo. Esto requirió un gran esfuerzo, pero valió la pena al final. Como informa Takada: «Siempre estamos interesados en conseguir productos que podamos usar a nivel global. Tener menos proveedores da lugar a menos complejidad en las cadenas de suministro y a una gestión de riesgos menos elaborada». Y añade: «Es bastante poco usual que los productores de lubricantes puedan globalizar sus productos al nivel al que lo hace FUCHS».

La clave es la comunicación

FUCHS considera que la comunicación y la colaboración tanto a nivel global como local, así como entre funciones, departamentos y filiales, es un elemento fundamental para lograr el éxito en una cooperación de desarrollo tan compleja. Ken Nakamura trabaja para la sede de FUCHS en Harvey, Illinois, y es responsable de las cuentas principales de la empresa en Japón. Junto a Georgios Savvanis, gestiona tanto la coordinación como la comunicación con el departamento de I+D de Toyota. «De hecho, establecimos una estructura dedicada para esto y nos comunicamos con Toyota tanto a nivel global como local. Así, hablamos con la gestión corporativa y también tenemos contactos locales en cada una de las subsidiarias extranjeras de Toyota». Este es un enfoque que Toyota valora sinceramente. Takada: «Mantener una comunicación abierta y transparente con el equipo de desarrollo asociado es absolutamente crucial para un proceso tan complejo como el desarrollo de un recubrimiento». El contacto con el departamento de I+D de FUCHS SCHMIERSTOFFE GmbH fue muy estrecho. «Todo lo que hizo FUCHS fue justificado y comunicado con transparencia». Este es un punto importante para un fabricante de automóviles que aporta un gran valor a la comprensión precisa de los productos que utiliza. También representa un hito en el camino de Toyota Motor Europe en la construcción de un equipo de desarrollo local e independiente.