¿Qué hace que un producto sea respetuoso con el medio ambiente?

Los productos deberían respetar el medio ambiente: coches, embalaje, lavadoras... y lubricantes. Uno de los objetivos durante la producción es mantener el consumo de energía y materias primas lo más bajo posible. No obstante, ¿es una buena huella de carbono en la fabricación lo único que cuenta para escoger la mejor solución para el medio ambiente? Hablamos con Stefan Fassbender, Director Components, Business Management EMEA – Fuel and Lubricant Solutions en BASF, y Wolfgang Bock, Director de Product Management de aceites industriales en FUCHS. Ambos creen que el asunto es más complejo.

Aunque Stefan Fassbender y Wolfgang Bock trabajan para dos empresas distintas, existe una clara relación entre ellos. Ríen y bromean, pero nunca pierden de vista su objetivo. "Actualmente, la evaluación de la sostenibilidad de los productos se centra principalmente en la fabricación", declara Fassbender. "Pero esta solo supone la mitad. Necesitamos un análisis exhaustivo que considere el rendimiento medioambiental de un producto a lo largo de toda su vida útil, desde la fabricación hasta la eliminación, pasando por su uso. Ahora hemos implementado este enfoque en un estudio conjunto con FUCHS. Queremos establecer un nuevo estándar para la industria de los lubricantes y generar una nueva mentalidad".

FUCHS y BASF llevan desde 2015 manteniendo un intenso diálogo acerca de la sostenibilidad. "Llevamos muchos años adquiriendo aditivos para nuestros lubricantes de BASF y colaboramos estrechamente solo por este motivo. Con la ayuda del método Sustainable Solution Steering® de BASF, sus productos se examinan sistemáticamente en términos de sostenibilidad para todo un abanico de mercados e industrias, e incluso nosotros, como clientes, recibimos información sobre los riesgos potenciales, incluidos aquellos que afectan a la evaluación y el acceso relativos al reglamento de sustancias químicas de la UE, REACH. Esto causó muchos debates intensos y nos llevó a una estrecha colaboración", explica Bock. "Las conversaciones habituales acabaron dando lugar a la idea de establecer un análisis a escala completa de la vida útil que estuviera a la altura de la evaluación científica. Los resultados nos ayudarían a reforzar nuestros argumentos a favor de una evaluación de sostenibilidad exhaustiva a lo largo de toda la cadena de valor, con hechos, para debatir con nuestros clientes, pero también con asociaciones y organizaciones".

El "respeto medioambiental" de tres aceites hidráulicos de FUCHS que se habían usado durante 8000 horas en una excavadora se sometió a un examen de cerca. Los tres productos evaluados estaban basados en aceites minerales y comprendían un aceite hidráulico monogrado estándar, un aceite hidráulico multigrado estándar y un aceite hidráulico multigrado premium. "A menudo nos preguntan por qué realizamos el proyecto en fluidos hidráulicos", cuenta Bock. "En primer lugar, estos productos se usan con múltiples propósitos y son claramente el número uno entre nuestros aceites industriales. Otro punto importante, sin embargo, es que nuestra gama de productos y las aplicaciones correspondientes están engranadas para un uso práctico y ya contábamos con datos de campo indicativos y exhaustivos de estudios anteriores". FUCHS contribuyó al estudio con estos datos mientras que BASF proporcionó datos de materias primas, así como el conocimiento experto y la metodología para efectuar el análisis de eficiencia ecológica. La asistencia combinada demostró ser esencial, puesto que preparar los datos para cumplir con la estricta normativa de un estudio científico suponía un enorme reto; y ese era precisamente el objetivo.

Por suerte, los datos de los estudios de campo fueron viables y el resultado estuvo claro. "Obviamente, un aceite hidráulico monogrado cuenta con la mejor huella de carbono en producción, puesto que principalmente está compuesto de refinados de disolventes/crudos y su fabricación apenas produce emisiones", explica Fassbender. "Por supuesto, con productos de alto grado, como los aceites hidráulicos de alto rendimiento, las cosas son distintas. Solo para producir los aditivos necesarios se requiere un mayor consumo de energía. ¿Pero qué ocurre en la excavadora? Aquí es donde los aceites hidráulicos de alto grado tienen un mejor rendimiento y garantizan que la máquina use mucho menos combustible, por ejemplo, mediante una menor fricción y un aumento en la eficiencia de la bomba. Además, la vida útil de los fluidos premium es mucho más duradera, lo que supone que los intervalos de mantenimiento pueden separarse más, con lo que se usan notablemente menos recursos fósiles". Bock resume: "En general, si se tiene en cuenta el total de la vida útil, los fluidos premium son de lejos la opción más respetuosa con el medio ambiente".

Las cifras del estudio lo demuestran: el consumo de aceite hidráulico en 8000 horas de funcionamiento se reduce considerablemente gracias a la mayor vida útil de los aceites hidráulicos de alto grado: de 1600 litros (aceite hidráulico monogrado estándar) a 400 litros (fluido premium). Aún más importante es que el uso del aceite hidráulico multigrado premium ahorró aproximadamente 9600 litros de diésel. Esto corresponde a un equivalente en CO₂ de aproximadamente 30 toneladas. "Esto no solo mejoró la huella climática, sino también la evaluación económica", se alegra Bock. "Los costes de combustible se redujeron en unos 12 000 euros".

"Con seguridad el estudio hará que otras empresas de nuestra industria piensen diferente", dice Fassbender. "Los resultados son una vuelta de tuerca de la mentalidad habitual. En última instancia, un producto puede ser más respetuoso con el medio ambiente en general, aunque durante su producción genere más emisiones de carbono". Bock, que coincide con Fassbender, añade: "Para nuestros clientes, esto supone abordar el análisis de sostenibilidad de los productos que compran de forma totalmente diferente: por supuesto, también sería maravilloso poder usar este estudio para que toda la industria de los lubricantes haga una reflexión. También pretendemos abordar estos asuntos en nuestro trabajo con asociaciones. Por ejemplo, FUCHS se encuentra actualmente apoyando activamente la fundación de un comité de sostenibilidad bajo la coordinación de la asociación de lubricantes europea UEIL. Su objetivo es desarrollar normas y directrices para lubricantes sostenibles". Los dos responsables ya están tomando otros proyectos en consideración a medio plazo. "Sería útil, por ejemplo, desarrollar un análisis similar enfocado a otros grupos de lubricantes", es una de las ideas. "Además, junto a este estudio sobre los fluidos hidráulicos basados en aceite mineral, no cabe duda de que sería interesante examinar también los fluidos hidráulicos biodegradables basados en ésteres. Cuentan con una fricción incluso más baja en comparación con los productos basados en aceite mineral y han demostrado ser biodegradables. Sería muy interesante llevar a cabo investigaciones con este tipo de productos".

Armonizar la economía y la ecología es el objetivo del análisis de eficiencia ecológica. Aquí se comparan los productos o procedimientos que proporcionan el mismo beneficio al cliente. Se realiza un examen exhaustivo a lo largo del ciclo de vida completo de las soluciones alternativas. En términos de impacto medioambiental, por ejemplo, se tienen en cuenta las materias primas, el agua y la superficie necesarias, así como las emisiones de gases invernadero y las consecuencias del uso del producto en términos de acidificación y destrucción del ozono. El análisis de eficiencia ecológica está basado en las normas DIN EN ISO 14040 y 14044 para evaluaciones medioambientales. La norma ISO 14045 lleva vigente como base de la evaluación económica y el conjunto de la eficiencia ecológica en su totalidad desde 2012.