Como norma general, la mezcla de lubricantes no es una práctica aconsejable des del punto de vista de buenas prácticas de lubricación, ya que puede derivar en una alteración del comportamiento del lubricante. No obstante, y particularmente en el caso de las grasas, es algo que puede llegar a darse por razones varias, como pueden ser problemas en el suministro, la introducción de una grasa de mayor rendimiento o una unificación de varios puntos a una misma referencia.
En casos como estos, es importante asegurar que no habrá problemas de incompatibilidad si se mezclan dos grasas lubricantes. Una incompatibilidad se produce cuando dos grasas, al entrar en contacto, interaccionan entre si resultando unas propiedades inferiores a las de cualquiera de las dos grasas por separado. Esto puede ocasionar un fallo de máquina con sus derivados costes directos e indirectos asociados.
En casos críticos es imprescindible la realización de un ensayo de compatibilidad, pero existe es posible tener una primera idea de la compatibilidad entre dos grasas atendiendo a la miscibilidad de sus componentes mayoritarios; el aceite y el espesante.
Las siguientes tablas no pretenden proporcionar una certeza absoluta sobre la compatibilidad de dos grasas, sino una guía de, en nuestra experiencia, qué aceites y tecnologías de espesante son miscibles entre sí:
