La compatibilidad de las grasas lubricantes con plásticos y elastómeros es cada vez más importante en muchas aplicaciones al utilizarse cada vez más como elementos constructivos. Ya sea porque estos componentes son lubricados o que puedan entran en contacto con una grasa lubricante, es importante que no se produzcan interacciones entre estos materiales, es decir, lo que conocemos como que sean compatibles.
Efectos típicos de una incompatibilidad pueden ser el incremento de volumen del material plástico por la penetración del lubricante en la estructura -con el consecuente ablandamiento del polímero y caída de su rigidez estructural-, o una absorción por parte del lubricante de componentes del plástico -que se puede traducir en un agrietamiento de la superficie-.
Más abajo mostramos unas tablas que relacionan diversos elastómeros y plásticos con los principales tipos de aceites. Esta tabla ofrece una primera visión general sobre si cabe esperar incompatibilidades, pero recomendamos tratar cada caso individualmente, ya que tanto en lubricantes como en elastómeros y plásticos existen variaciones de composición de los productos base.
En lo que respecta a las pruebas estándar para determinar si ha habido una modificación de las propiedades se refiere, se suele evaluar la contracción, el hinchamiento y los cambios de dureza. También se miden según sea necesario los cambios en la resistencia y la tensión de tracción o el alargamiento a la rotura. Estas pruebas se realizan de acuerdo con las normas DIN 53504 y DIN ISO 1817. Los termoplásticos se someten a ensayos de agrietamiento por tensión de acuerdo con la norma DIN EN ISO 22088-3 mediante el método de la banda de flexión. Los valores límite para los parámetros individuales son especificados por el fabricante del plástico o determinados por el usuario basándose en las condiciones prácticas de uso. La determinación de los cambios de volumen y dureza es suficiente para una evaluación inicial.