El poder del sol
FUCHS lleva 90 años produciendo lubricantes de la máxima calidad. Pero algunas de nuestras sedes producen ahora algo totalmente diferente: electricidad. Esto no solo beneficia al medio ambiente. También muestra la mentalidad de FUCHS, cuyo espíritu emprendedor y voluntad de innovación se encuentran grabados en el ADN del grupo.
Se encuentra a unos 150 millones de kilómetros de la Tierra y aun así, sus rayos son la base de la vida en el planeta. El poder del Sol es tremendo y precisamente por ello es un factor tan importante en la estrategia de sostenibilidad de FUCHS. Y es que el mayor productor independiente de lubricantes del mundo lleva desde 2020 siendo una empresa con un balance neutro de carbono. Una de las tácticas más importantes para reducir las emisiones de carbono es la compra o la producción de electricidad, y FUCHS cada vez más opta por fuentes renovables para ello.
PRODUCIR NUESTRA PROPIA ENERGÍA
"El consumo de energía genera casi la mitad de nuestra huella de carbono, bien por emisiones directas generadas por nuestra flota de vehículos, por el uso de combustibles para calefacción, o bien por emisiones indirectas relacionadas con la energía, como la compra de electricidad", explica Markus Garb, vicepresidente de Sostenibilidad de FUCHS. "No obstante, queremos seguir reduciendo nuestras emisiones y disminuir nuestro nivel de pagos compensatorios. Por eso estamos constantemente analizando, controlando y reduciendo nuestro consumo de energía". La producción de energía propia para la empresa desempeña una función clave en este sentido. Si FUCHS consiguiera generar parte de su energía de forma autónoma y a partir de fuentes renovables, su consumo tendría un impacto climático neutro en lo que a la huella de carbono se refiere. "Ese es el camino que queremos seguir", explica Garb: "Este enfoque es mucho más efectivo que compensar retroactivamente por las emisiones con inversiones en proyectos de protección climática".
El productor de lubricantes internacional posee una clara ventaja sobre muchas otras empresas en cuanto a la producción de electricidad: FUCHS opera múltiples fábricas y almacenes en todo el mundo con mucha superficie en el tejado. Mientras que otros invierten en montar sus propios parques eólicos, FUCHS puede utilizar esta superficie para construir sistemas de energía solar. Precisamente esto es lo que está sucediendo en la sede española de Castellbisbal. En los tejados de varios almacenes se está construyendo una instalación que cubre 1650 metros cuadrados con una potencia instalada de 335 kW pico.

AMPLIACIÓN DE CAPACIDAD PREVISTA PARA 2022
"Podremos cubrir aproximadamente un 43 % de nuestro consumo de potencia anual con este sistema", informa Eladio Cuadrado, director general de FUCHS LUBRICANTES S.A.U. La empresa también obtiene el resto de energía que necesita de fuentes renovables, puesto que cambió de una compañía eléctrica convencional a una de electricidad verde en octubre del año pasado. Aunque la instalación solar está recién estrenada, él y su equipo ya tienen planes para el futuro: "En un principio solo queremos usar la electricidad para nuestro propio consumo, ir conociendo el sistema y familiarizándonos con el excedente generado en el primer año. Pero nuestro objetivo es ampliar la capacidad y comenzar una segunda instalación en 2022. En este caso nos sería posible vender el excedente generado y enviarlo a la red local. Existen, no obstante, muchos requisitos reglamentarios que hay que tener en cuenta si una empresa se convierte de repente en proveedor de electricidad", dice Cuadrado, que actualmente está formando a personal de tecnología y mantenimiento para que monitoricen adecuadamente la producción de electricidad. Las tareas de mantenimiento más importantes, como la limpieza y la monitorización termográfica de los paneles, se encargarán a socios de servicio especializados.
Para Cuadrado, centrarse en la energía verde, en concreto en la solar, es lo más lógico. España es un país que recibe muchísimo sol todo el año. Esta es una de las razones por las que sus empleados llevan desde que se fundó la oficina de sostenibilidad, hace diez años, sugiriendo que se opte por esta vía. Ahora se sienten orgullosos de que se haya implementado esta iniciativa y de haber contribuido a un futuro más sostenible. "Por suerte, la situación legal en España cambió hace dos o tres años. Ahora es posible, e incluso atractivo, para las empresas industriales invertir en proyectos como una instalación solar", opina Cuadrado. Independientemente de esto, los aspectos medioambientales cada vez son más importantes para muchos clientes. Esperan métodos operativos y productos sostenibles de sus socios.
LA SOSTENIBILIDAD ES MÁS QUE UNA TENDENCIA
Para Garb, la situación está clara: "Actualmente estamos experimentando un proceso de transformación. El cambio a una operativa y un concepto de negocio más sostenibles es crucial para nuestro futuro". FUCHS está invirtiendo mucha energía en actividades sostenibles en las que es importante un enfoque holístico (ver cuadro informativo). El grupo pretende actuar como un ciudadano corporativo responsable y contribuir a la transformación sostenible en los países y vecindarios en los que trabaja.
Según Garb, los compañeros españoles son un ejemplo perfecto de la mentalidad típica de la familia FUCHS: "No estamos en Manheim sentados en una torre de marfil de la sostenibilidad dando órdenes. Cada sede, cada empleada y empleado, puede y debe hacer lo que esté en sus manos para involucrarse en la consecución de nuestra meta común". Es precisamente este espíritu, esta voluntad de innovación, lo que llevamos en los genes de la empresa. A corto plazo, no todas las sedes estarán en condiciones de cubrir sus propios requisitos energéticos totales o parciales autónomamente. Las unidades no productoras ni siquiera tienen los edificios donde trabajan en propiedad, por lo que no podrían construir sus propias instalaciones solares como las y los compañeros españoles. Pero existen alternativas: "Motivamos a nuestras filiales a pasarse a la electricidad de fuentes renovables, por ejemplo", comenta Garb. "Muchas de ellas también están muy implicadas en la sostenibilidad social en sus ubicaciones, en función de las necesidades locales. Cuando invertimos en proyectos de protección climática para compensar por nuestras emisiones inevitables, en primera instancia seleccionamos proyectos que satisfagan objetivos medioambientales, la reducción o eliminación de emisiones de carbono y fines sociales".
Garb no considera que la sostenibilidad sea una tendencia pasajera. El cambio climático es, sin duda, una de las cuestiones más importantes de nuestra era, para los gobiernos, las personas y, por supuesto para las empresas. Trabajar para servir al medio ambiente y responsabilizarse como actor global en términos económicos, medioambientales y sociales es un objetivo principal para FUCHS, y no solo cuando brilla el sol.
ESTRATEGIA DE NEUTRALIDAD DE FUCHS
El balance de carbono de FUCHS lleva siendo neutro desde 2020 en todo el mundo desde una perspectiva puerta a puerta (gate-to-gate), desde el consumo energético en la producción hasta los consumibles de administración. Para 2025, el grupo pretende tener un impacto de carbono neutro de la cuna a la tumba (cradle-to-grave) a lo largo de todos su procesos. Esto significa que los proveedores y las materias primas también estarán incluidos y que FUCHS podrá procesar materias primas más sostenibles para productos con huella de carbono neutra. Con este fin, actualmente se están desarrollando normas junto con otros socios para cuantificar y registrar la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor.
La estrategia de neutralidad de carbono está integrada en la iniciativa de sostenibilidad que se inició en 2010. El Dr. Lutz Lindemann, CTO de FUCHS PETROLUB SE, es responsable del área de sostenibilidad dentro del grupo. El departamento de Sostenibilidad Global está dirigido por Markus Grab como vicepresidente de Sostenibilidad. Además, en cada unidad nacional, hay un Oficial de Sostenibilidad Local (LSO) que coordina la implementación de los objetivos y actividades de sostenibilidad a nivel local.